miércoles, 29 de enero de 2014

Y a mí quién me rescata. Informe de Save the children sobre España


En el enlace adjunto tenéis el informe titulado

2.826.549 razones. 
La protección de la infancia frente a la pobreza: un derecho, una obligación y una inversión


3 comentarios:

  1. Creo que sobra decir que un niño tiene el derecho de vivir en un hogar digno. Cuando digo esto me refiero a que no hacen falta lujos: no hace falta tener la televisión más grande y plana del mercado ni tampoco que las paredes estén decoradas con cuadros caros. Simplemente que tengan un techo digno, una casa con calefacción, una cama... Y sobre todo, que tengan un plato de comida en la mesa. Si no se puede merendar un donuts o un bollicao que por lo menos se puedan comer un bocadillo. Que no pasen hambre.
    Disponer de Internet en casa o en el teléfono móvil es lo de menos pero que a niños en el siglo XXI no puedan tener tres comidas al día o no puedan comer fruta y verdura... es impresentable. "Que mal repartido está el mundo desde el primer mes de Enero" como dice una canción de Estopa, que injusto que algunas personas tengan tanto y malgasten el dinero y otras familias no puedan tener dignamente atendidos a sus hijos.

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  2. Mirar éste video creo que es bastante interesante:
    http://www.upsocl.com/inspiracion/una-pregunta-similar-es-hecha-a-padres-y-a-sus-hijos-las-diferencias-son-esplendidas/

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  3. A diario se habla de la deplorable situación de miles de niños y niñas, pero, sin embargo, son muchos los que se abstienen simplemente a lamentarse y a contemplar desde fuera tanta injusticia, y pocos los que se ponen manos a la obra para aportar su granito de arena e intentar progresar hacia una igualdad de derechos. La labor de esta organización, Save the children, en parte, es admirable; centrada en la importancia de los más pequeños, que se caracterizan por su inocencia y por no estar implicados en las actuaciones negativas, ya sea económica, política o socialmente hablando, del mundo en el que vivimos. Sin tener culpa de nada, son los que sufren las consecuencias de lo que ocurre día a día. Indignante es que en pleno siglo XXI sigan persistiendo familias cuyas condiciones de vida son mínimas, con una pésima salud y una subsistencia precaria, fruto de las desigualdades promovidas por los que dominan el poder y de una sociedad incapaz de poner en marcha ningún procedicimiento para que esto cambie y que, directa o indirectamente, fomenta las diferencias.
    Esta organización, en defensa de los Derechos Infantiles, es un claro ejemplo de cómo se puede contribuir a una transformación con respecto a la pobreza, abastece las necesidades básicas de familias en riesgo social, e impulsa a que la sociedad se conciencie de una situación cada vez más real y palpable.
    En conclusión, defiendo la idea de que con organizaciones como estas se favorece a un mundo mejor, donde desde pequeños nos tienen que inculcar que todos somos iguales y, por tanto, debemos constar de los mismos derechos.

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